De la Complutense a Stanford

De la Complutense a Stanford

Me llamo Carmen Martínez Alonso y soy becaria Fulbright de investigación predoctoral en la Universidad de Stanford, California. Mi doctorado se basa en el diseño de catalizadores metálicos para su uso en baterías de hidrógeno y en la producción de energía verde. Más concretamente, me centro en el uso de herramientas de inteligencia artificial y machine learning para predecir qué materiales presentan un mayor rendimiento en este tipo de baterías para acercarlas al bolsillo de la sociedad y ser capaces de sustituir los tan contaminantes combustibles fósiles. Trabajo en SUNCAT, un centro especializado en catálisis y ciencia de datos situado en el acelerador de partículas del SLAC National Accelerator Laboratory.

A la entrada de Stanford

No os voy a mentir, la palabra “Fulbright” me sigue poniendo la piel de gallina.
“F” de familia, family, famille, famiglia, परिवाि, familj y familja.
“Fulbright” son las lágrimas al recibir el correo de bienvenida al programa,
los cientos de documentos firmados que se convierten en aviones de papel hacia tu destino,
son las caras de emoción de la orientación presalida,
y el tono de voz de los becarios al explicar sus proyectos.

Orientación presalida en Madrid

“U” de unión, union, unie, միություն, unione, unió y unyon.
“Fulbright” es el sueño que te hace estar más despierto que nunca,
que te lleva lejos de casa y le da verdadero valor al tiempo.
Es la oportunidad de alcanzar tus metas y demostrarle al país que es cierto,
que el trabajo duro es en realidad el talento.


“L” de libertad, freedom, liberté, libertate, 자유, liberdade y laisvė.
“Fulbright” es la recompensa y el aliento,
es un proyecto perenne y un sello,
son las ganas de acercar el mundo
expandiéndonos por dentro.


“B” de bienvenida, welcome, bienvenue, benvenuto, добредојден, bonvenon y bem-vindo.
“Fulbright” es cada una de esas personas que cree
que la educación es paz y la paz nuestra responsabilidad,
que las culturas son de todos
y que todos somos cultura.


“R” de respeto, respect, rispetto, respeito, уважение, respekt y 尊重.
“Fulbright” es comunidad, cooperación y entendimiento,
el sabor a perrito caliente en un partido de fútbol americano,
las calabazas, sus luces,
y las cookies de los eventos.

Japanese curry lunch con otros fulbrighters de Stanford

“I” de idea, ide, ideja, 考え, ideya, idée y कल्पना.
“Fulbright” es la expresión que llevamos dentro,
la creatividad que sazona el trabajo,
los errores gramaticales en inglés, y los aciertos,
cada una de las líneas y letras de nuestro proyecto.


“G” de grandeza, greatness, grootheid, grandezza, велич, ความยิ
่งใหญ่ y grandeur.
“Fulbright” también es miedo y desconcierto,
es aprender a estar solo
y a estar rodeado de cientos
de rostros desconocidos que se convierten en sentimientos.


“H” de historia, history, hanes, historie, hītori, lịch sử y história.
“Fulbright” es representar tu bandera abrazando la bandera del compañero,
es cantar jotas castellanas al ritmo del hip hop callejero,
es amar las croquetas
y el mac and cheese recién hecho.


“T” de talento, talent, ταλέντο, tallann, talentas, талант y talanti.
“Fulbright” es destacar la individualidad y destacar el trabajo colectivo,
es perderte por el mapa y encontrar el motivo,

es la frase del poeta sevillano:
“caminante no hay camino”.

Carmen Martínez Alonso

Beca Fulbright Investigación predoctoral 2022