Alejandro Alonso Calleja es becario Mapfre / Fulbright, está en Duke University estudiando un Master de dos años en Ingeniería biomédica.
Imagino que no sorprendo a nadie si digo que esta es una oportunidad única en la vida. Cuando solicité la beca Fulbright, en casa insistían en que no me hiciese demasiadas ilusiones que era muy complicado. Afortunadamente, se equivocaron. Sin embargo, mi cabeza no parece haber terminado de procesar todavía lo que está ocurriendo; de hecho, aun cuando estoy en EE.UU, a veces me sorprende darme cuenta que efectivamente, estoy ahí, al otro lado del océano.
Mi tiempo como becario Fulbright es aún corto. Al contrario que la mayor parte de mis compañeras y compañeros becarios, no llevo más de un semestre de estudios y van a ser cuatro en total. Tengo la suerte de haber sido admitido en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, para un Master en Bioingenieria. Es una universidad puntera en este campo, con una enorme cantidad de recursos y un campus impresionante.
El campo de la bioingeniería es amplísimo, yendo desde el diseño de aparatos de imagen médica a la medicina regenerativa o los biomateriales. Estos dos últimos temas son mis grandes intereses y en breve me uniré a un proyecto de investigación en los laboratorios de Duke con la ilusión de participar en algo importante.
Fulbright va mucho más allá de lo académico. Una de las experiencias más interesantes de estos últimos meses fue lo que llaman Enrichment Seminar, una reunión de becarios Fulbright de todo el mundo en una ciudad americana, en mi caso St. Louis, en el estado de Missouri. Los temas de estos Seminars son variadísimos; en nuestro caso se centró en las nuevas estrategias que están tomando algunas ciudades en EE.UU, como la anfitriona, para revitalizar sus economías. Uno llega incluso a pensar que quizás alguna de esas ideas pueda aplicarse en su propia ciudad en España… a la mía no le vendría nada mal. De todos modos, lo más interesante de estos Seminars es, sin lugar a duda, la gente que se conoce, la red de Fulbrighters que se forma en todo el país. Personas de todas las disciplinas que, estoy seguro, seguirán conectadas en el futuro.
Todo esto no sería posible sin el patrocinio de la Fundación MAPFRE, que colabora con la Comisión Fulbright para poder mantener este programa. No puedo agradecerles lo suficiente su ayuda, además del interés y esfuerzo que dedican para conocer a sus becarios.
Alejandro Alonso Calleja
Beca Mapfre / Fulbright
Duke University