Carla Cabrera tiene una beca Fulbright / Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para estudiar un Master de Comunicación Intercultural e Internacional en American University.
Cuando hablo de la beca Fulbright, sin duda alguna, he de decir que Fulbright es más que una beca. Fulbright no es sólo una ayuda económica. Fulbright es un reconocimiento a muchos años de esfuerzo, trabajo y dedicación; es un premio a la motivación y pasión que tenemos por mejorar el mundo en el que vivimos, empezando por las relaciones internacionales; es una comunidad de líderes, de profesionales excepcionales, un círculo de amistades sin fronteras. Fulbright es una oportunidad única en esta vida y por todo ello, Fulbright no puede ser sólo una beca.
Desde el día que recibí el correo electrónico de Alberto López dándome la bienvenida a la beca Fulbright no ha habido un día que no haya dejado de sonreír. Y eso que no sabía lo que me esperaba. Por mucho dolor de cabeza que me causaran las solicitudes, el visado o todos los papeleos necesarios, no podría haber elegido mejor sponsor para estudiar Comunicación Intercultural en la American University en Washington D.C.
Aunque yo pensaba que solamente venía a estudiar un máster, realmente me supone una mínima parte de mi tiempo debido a la cantidad de cosas en las que estoy involucrada. Porque si me han dado una beca Fulbright es para aprovecharla al máximo. Aparte de mis estudios, he tenido la oportunidad de representar a Estados Unidos en un Modelo de Reunión G-20, he dirigido el Comité de Crisis del Modelo de Reunión ONU organizado por AU para alumnos de instituto, he acudido a varios eventos para jóvenes profesionales y becarios Fulbright en las embajadas de España, de Holanda, de Suiza y de Argentina.
Siendo el evento más notado, la celebración del 60º aniversario de Fulbright España en la Embajada Española. Además, trabajo voluntariamente como la Directora de Eventos Especiales en el Consejo de Estudiantes de Máster donde organizo eventos cada dos semanas junto a mi equipo para los alumnos de la School of International Service. Algunas de mis horas también se las dedico a la campaña promocional del nuevo libro «Mortal Doubt: Transnational Gangs and Social Order in Guatemala City» del Dr. Anthony W. Fontes, para el cual trabajo como Asistente de Investigación. Y creo que todo lo que me queda por hacer, como el World Bank Youth Summit; y lo que hago aparte de la universidad, como dirigir el Comité de Comunicación de SIETAR Europa; lo dejo para otro post o no acabaré nunca.
En los tres meses que llevo viviendo en Estados Unidos gracias a la Fulbright, he tenido la ocasión de conocer a la Alcaldesa de Washington D.C. Muriel Bowser; a varios embajadores, entre ellos Santiago Cabanas, Embajador de España; a la Assistant Secretary del Ministerio de Educación y Cultura de EEUU, Marie Royce; y a muchas otras personalidades que en mi vida habría imaginado que conocería de primera mano. Pero la Fulbright no sólo te introduce en una red de contactos de élite, sino que crea vínculos y amistades entre todos aquellos que pertenecemos a esta maravillosa comunidad. Porque lo mejor de vivir esta oportunidad brindada por Fulbright es vivirla bien acompañada. Porque ahora tengo amigos Fulbrighters de Malasia, Argentina, Niger, Honduras o Afganistán; porque también he hecho amigos Fulbrighters españoles – que por supuesto pienso visitar – en Chicago, Indiana, Savannah o Las Cruces; porque acudo a un evento de jóvenes profesionales y enseguida descubro antiguos Fulbrighters con experiencias increíbles que te tratan como si te conocieran de toda la vida.
Porque digan lo que digan, la beca Fulbright es y siempre será más que una beca.
Carla Cabrera