Son palabras de Fernando Vallespin, durante el acto de clausura del 50 aniversario de la Comisión Fulbright España el pasado martes 17 de noviembre de 2009.
Su discurso fue lo que llamaría ‘racionalmente emotivo’ y describió perfectamente los sentimientos de muchos al ver y vivir en los campuses de EEUU, al compararlo con la montaña mágica de T. Mann pero en lugar de ser la muerte y la enfermedad el nexo de unión, el campus universitario es la montaña mágica del saber. También calificó la biblioteca de esos centros como la plaza pública del ‘silencio creativo’.
Son efectivamente esas cosas las que siempre me impulsa a decirles a mis colegas que en los campuses de EEUU realmente ‘te apetece estudiar, saber, conocer’.
Por otro lado, definió de la siguiente manera a la asociación Fulbright:
«Una asociación donde cada uno de sus miembros podría sustituir o representar a cualquiera de sus otros miembros con la misma dignidad» y valía.
Por último, unos datos presentados por J.J. Toharia sirven para reflexionar: la diferencia de percepción de los EEUU de los Fulbrighters frente al resto de los españoles. Si bien estos últimos conceden a EEUU una media de 3.3 (en el momento del estudio, ahora con Obama sube al 5.2) de 0 a 10, los Fulbrighters otorgan una valoración media del 7.3. Por tanto, ¿qué podríamos hacer los Fulbrighters y la Comisión por trasladar nuestra valoración, nuestras experiencias, nuestras opiniones, casos al resto de los españoles y llevar así fuera de nuestro ámbito la experiencia que tuvimos la suerte de vivir?, ¿qué proyectos, iniciativas, podríamos poner en marcha?