Iván Reyes Torres, becario Junta de Andalucía / Fulbright 2016-2017 en Mount Sinai School of Medicine
El tiempo, sin duda, es un concepto bastante laxo, relativo. Y es que, en algún punto de esta narrativa sobre mis primeras experiencias en Nueva York como Becario Fulbright / Junta de Andalucía, me ha llegado a sorprender a mí mismo: “tempus fugit”. Ciertamente, estos 5 primeros meses si bien ahora parecen breves, han sido quizás los 5 meses más intensos de mi vida, tanto en lo personal como en lo educativo, aquí, en la Icahn School of Medicine at Mount Sinai donde me encuentro realizando un doctorado en Ciencias Biomédicas, Biología del Cáncer e Inmunología.
Mi historia comienza como la de tantos otros fulbrighters, en un aeropuerto de Washington DC, un 1 de Agosto. Allí cursé un periodo de orientación pre-académico conocido como “Gateway” en la George Mason University junto a muchos otros becarios llegados desde todos los rincones del mundo. Durante 4 intensos días, aprendimos y debatimos sobre cultura (desde la americana… hasta la andaluza!), política nacional e internacional, liderazgo y sobre nuestro papel como fulbrighters tanto en Estados Unidos como en nuestros países de origen. Una experiencia enriquecedora, que me ha dejado amigos para toda la vida y una visión muy clara de lo que significa esta beca, tanto para mí como para España y Andalucía, estandartes que como “embajador cultural” represento aquí en el extranjero.
Una vez llegado a Nueva York, apenas tuve tiempo para coger aire, ya que justo la siguiente semana comencé la orientación en Mount Sinai. Esta universidad, nacida en el seno de uno de los sistemas hospitalarios de mayor prestigio y renombre en Nueva York y EEUU, es hoy en día un mosaico de estudiantes y profesionales de diversos orígenes que reúnen talento tanto nacional como internacional. Entre ellos, se encuentran numerosos españoles, desde jóvenes investigadores principales como la Dr. Amaia Lujambio y el Dr. David Domínguez Sola (a quienes he tenido por profesores) hasta referencias a nivel internacional como el Dr. Adolfo García Sastre o el Dr. Valentín Fuster.
Sin más dilación, tras esta orientación en la que tuve la oportunidad de conocer a mis nuevos compañeros, profesores y tutores, las clases comenzaron y con ellas un sinfín de discusiones científicas, prácticas y exámenes que en mi caso he compaginado con el trabajo en el laboratorio del Dr. Julio Aguirre-Ghiso, uno de los líderes a nivel internacional en el estudio de la dormancia tumoral y del “minimal residual disease” en cáncer de hígado y de mama. En dicho grupo, me encuentro desarrollado un proyecto de investigación basado en el estudio de cómo ciertas células de nuestro sistema inmune, los macrófagos, pueden contribuir a la reactivación de células tumorales diseminadas en el pulmón y por tanto, a la formación de metástasis en este órgano, en un modelo animal de cáncer de mama. Este proyecto no solo me ha dado la oportunidad de continuar mi formación en la investigación contra el cáncer, sino también de poner a prueba y “exportar” muchas de las habilidades y conocimientos adquiridos durante la realización de mi máster en Medicina Personalizada en la Universidad de Granada y de mi trabajo de fin de máster en el grupo de biopsia líquida y metástasis del Dr. Jose Antonio Lorente en el centro Genyo. Esta formación sin duda me está ayudando a florecer en este ambiente, lo cual dice mucho de la excelencia en formación que nuestras propias universidades presentan, una excelencia que intento representar aquí en Mount Sinai.
A nivel académico he de decir que me ha encantado la ilusión y el entusiasmo que todos mis compañeros, tanto americanos como internacionales, ponen en las clases y en su trabajo día a día en sus respectivos laboratorios. Sin duda es un ambiente que te motiva a superarte y a dar lo más de ti mismo en todo lo que haces. También me han encantado los llamados “Journal clubs”, un formato de asignatura en el que grupos reducidos de estudiantes debaten sobre trabajos de investigación de actualidad publicados en revistas de alto impacto como “Cell” o “Nature”, bajo la dirección de distintos investigadores principales en cada sesión. Destaco este formato ya que en muchas ocasiones, la misma persona que dirige tu sesión, es autor/a o coautor/a del trabajo en cuestión, lo cual da pie a discusiones muy dinámicas en las que tienes la oportunidad de preguntar cualquier duda/curiosidad acerca del trabajo a los propios autores del mismo, así como de conocer la historia detrás de él.
Si bien el trabajo académico ha demandado tiempo y dedicación, no he querido perder la ocasión de aprovechar cualquier oportunidad para explorar la ciudad. Esta beca me ha dado la oportunidad de vivir en una de las ciudades más vibrantes y apasionantes del mundo, de un carácter de nuevo muy multicultural e internacional, de la cual descubro nuevos rincones día a día, algunos tan conocidos como el Empire State, el Rockefeller Center o el Financial District y otros más ocultos en barrios como East Harlem, Brooklyn, Alphabet City, Little Italy o Soho. Por supuesto, la visita a museos como el de Arte Metropolitano o el Museo de Historia Natural ha sido obligada, además de disfrutar de la Opera en el Met o asistir a conciertos de bandas tan emblemáticas como la de Bruce Springsteen. Tampoco he querido perderme ningún evento organizado por Fulbright, desde galas internacionales como la Fulbright Welcome Reception en la New York University hasta oportunidades de voluntariado en escuelas y organizaciones no gubernamentales de Nueva York.
En definitiva, estos 5 meses me han servido para expandir mis horizontes mucho más de lo que hubiera creído posible, principalmente a través interacciones con todo tipo de personas, de los más diversos orígenes, culturas y ámbitos profesionales y académicos, con los que he compartido discusiones, viajes, comidas (¿también habrá que promocionar un poco la gastronomía andaluza no?) y todo tipo de experiencias. En todas y cada una de ellas, creo que he conseguido llevarme algo conmigo: ya sean nuevas ideas, conocimientos, etc de investigadores y profesores en mi facultad… o bien sueños, inquietudes, formas de pensar, etc de todas las personas (“new yorkers”, “fulbrighters”, etc) con las que he tenido el placer de intercambiar alguna palabra en esta ciudad. Y por supuesto, creo que he conseguido algo igualmente importante, y es dejarles a ellos también algo de mí, aunque sea tan solo un trocito de mi tierra, de Andalucía y nuestra manera de entender la vida. Es por ello que miro al futuro con la ilusión de continuar este apasionante periodo formativo en EEUU y de seguir patrocinando a Andalucía y a España de la misma manera que ambos me patrocinan a mí a través de esta beca.
Fulbright Welcome Reception at the New York University
Iván Reyes
Becario Junta de Andalucía / Fulbright
Mount Sinai School of Medicine