Ya han pasado más de dos meses de que empecé mi Máster en interpretación de clarinete en la Universidad Temple de Philadelphia, Pennsylvania. Parece que fue ayer cuando estaba haciendo la maleta. El pasado junio me fue otorgada una beca Fulbright dentro del programa de ampliación de estudios y desde el primer día en Philadelphia ha sido toda una experiencia ser un fulbrighter. Los primeros días en Philadelphia fueron un auténtico delirio. Recibimos información acerca de qué debemos hacer y cómo, del shock cultural que se experimenta, del idioma etc. Dejadme deciros que todo no es en vano. Uno nunca está lo suficientemente preparado hasta que lo vive. Yo me conciencié en España de cada detalle, cada proceso por el cual tenía que pasar y os sorprenderá, pero todas las vivencias que experimenté en los primeros días, en muchísimas me sentí con el culo al aire.
Van pasando los días y todo se va amueblando en tu cabeza y fuera de ella. Vas conociendo a más y más gente y a diferencia de mi etapa anterior en el Centro Superior de Música Musikene en San Sebastián, entablo amistad con coreanos, chinos, americanos, suramericanos, entre otros, a través del idioma, el inglés, que me ha ayudado a conectar con ciertas personas. Jamás anteriormente me había sentido satisfecho de saber, aunque sea vagamente, un idioma que conecte tanta gente. Sin embargo, ha sido muy duro vivir la barrera que supone no poder expresarte como querrías por culpa de no dominar bien un idioma.
Ya en la dinámica de trabajo correcta, tras mes y medio casi en Estados Unidos, empiezo a tener conciertos tanto de orquesta como de banda, las grandes autoridades de la escuela de música como de la universidad me felicitan por el buen trabajo realizado y cuando les comento que tengo una beca Fulbright, me dicen: “¡Felicidades! ¡Siempre es un placer conocer a un Fulbrighter, significa mucho para nuestro país!”. En aquel entonces, me preguntaba si quizás esas declaraciones eran demasiado exageradas, no lo entendía.
Hasta que un viernes, el día 12 de octubre, asistí a mi primer evento Fulbright en Washington D.C. Nos recibieron con un desayuno buffet de alto calibre para proseguir con la introducción. Después nos hicieron elegir entre tres apartados que nos ofrecían información acerca de la Seguridad social (seguro), de las opciones laborales que teníamos con la beca y de los documentos que debemos tener permanentemente mientras estamos en América como Fulbrighters. Después recibimos al especialista en Civic Engagement and Volunteerism Timothy Kane de la Universidad de Washington. Con Timothy hablamos acerca de nuestros valores, numerándolos y compartiéndolos con los demás fulbrighters.
A la tarde trabajamos como voluntarios en un edificio que va a ser un pizzería junto con un escuela de artes para niños pequeños. Estuve dibujando murales, construyendo un mosaico y plantando tulipanes mientras conocía mejor a mis compañeros fulbright.
El día fue maravilloso, muy emocionante poder hablar e interactuar con otros fulbrighters para la misma causa pero el encuentro con Timothy fue una de las cosas más significativas que me han pasado en mi vida. Allí estaba, en Washington, junto con Fulbrighters provenientes de todo el mundo, India, Holanda, Singapore, Africa, Myanmar, Canadá, Argentina etc., hablando sobre nuestros valores y de como habíamos llegado a estar donde estamos ahora mismo. Coincidencia o no, pero fue extraordinario ver que muchos de nosotros teníamos similares valores en nuestras vidas, daba igual de donde fueras, ¡¡coincidíamos!!
Quizás no sea el mejor clarinetista ni el mejor músico del mundo, pero lo que me quedó claro aquel día 12 de Octubre de 2015 es que los valores se comparten, da igual de donde seas, existen en cada hectárea de este mundo llamado planeta tierra y no tuve la gran suerte de conocer al Senador James William Fulbright, pero estoy seguro de que de alguna manera comparto similitudes con sus valores. Ahora puedo decir con orgullo que significa ser un Fulbrighter.
To be continued.
Pablo Davila Barrio
Becario Ministerio de Educación, Cultura y Deportes/Fulbright
Temple University 2015