12 meses en Chicago: “one town that won’t let you down”

Irene Bolumar Martínez, está realizando el doctorado en la Universidad de Murcia en el campo de la lingüística cognitiva. Entre septiembre de 2023 y agosto de 2024 estuvo en la Universidad de Chicago realizando investigación predoctoral de cara a su tesis gracias a una beca Fulbright cofinanciada por la Fundación Séneca / Gobierno de Murcia.

Hace apenas un año aterricé en Chicago con tres maletas y sin saber lo que la experiencia Fulbright iba a acabar significando para mí. De vuelta en España, sigo procesando la increíble oportunidad que me ha brindado la beca Fulbright-Fundación Séneca a nivel profesional y personal.

Chicago no era una ciudad completamente desconocida para mí, ya que había tenido la suerte de visitarla durante la 9ª Conferencia de la Sociedad Internacional de Estudios de Gesto. En esa ocasión, tuve el placer de conocer el trabajo de los mayores expertos en Estudios de Gesto y entre ellos se encontraba Susan Goldin-Meadow, pionera en este campo. Tras comprobar lo cercana que era, no tuve dudas en luchar por lo que aparentemente era solo un sueño: realizar una estancia de investigación en el laboratorio Goldin-Meadow en la prestigiosa Universidad de Chicago. Esta idea ronda en la cabeza de cualquier persona que incluya los Estudios de Gesto en su investigación. De hecho, gran parte de los actuales expertos en este campo han pasado por Chicago.

A pesar de desearlo con todas mis fuerzas, también me entraron los miedos que a la mayor parte de investigadores predoctorales nos pasan por la cabeza… ¿Seré lo suficientemente bueno para obtener una beca Fulbright? ¿Estarán interesados en mi trabajo? En mi caso, mi mayor preocupación era que no quisieran recibir a una doctoranda en Lingüística en un Departamento de Psicología. Tras asistir a una de las sesiones informativas que organizó la Comisión, me quedó claro que la interdisciplinariedad era algo que ellos apoyaban y que no tuviéramos reparo en escribir al mejor centro estadounidense en nuestro ámbito. Con la motivación que me habían transmitido en la sesión informativa y la ayuda de mi equipo de investigación, elaboré una propuesta de proyecto que solamente podría realizar si conseguía la beca.

Una vez sabía qué quería llevar a cabo, le mandé un email a Susan, la cual no dudó en apoyar mi solicitud Fulbright. Unas semanas después de la entrevista personal, leí aquello que pensé imposible: “es un placer notificarte la concesión de una beca Fulbright”. Desde ese momento, me puse manos a la obra para preparar todo lo necesario.

Llegó septiembre y aterricé en Chicago, aquella ciudad que pensaba conocer y que redescubriría hasta el punto de considerarla hogar. Es imposible quedarse con una sola imagen de esta gran ciudad en la costa del inmenso lago Michigan. Chicago lo tiene todo y para todos los gustos. Chicago es para aquellos que busquen visitar un downtown vibrante y pasear bajo la sombra de sus impactantes rascacielos desde el nivel de la calle o desde el paseo por el río. Sin embargo, Chicago también es para quienes buscan la tranquilidad de sus barrios residenciales como Lincoln Park o la autenticidad de lugares como Chinatown. En pocas palabras, ya lo dijo Sinatra: “Chicago is one town that won’t let you down”. Mucha gente puede pensar que es un gran cambio como para poder adaptarse por completo, pero siendo una ciudad multicultural nunca me sentí “de fuera”.

Respecto al ámbito profesional, solamente puedo expresar mi más sincero agradecimiento al laboratorio Goldin-Meadow. Desde el primer día que conocí a mis compañeros, me acogieron como una más del grupo. Tuve la oportunidad de poder conocer los trabajos de profesionales en mi campo con gran trayectoria y de asistir a charlas periódicas sobre estudios que realizaban otros compañeros en diferentes etapas de la carrera investigadora. En estas charlas periódicas tuve la oportunidad de presentar en varias ocasiones tanto mi investigación como los estudios que pensaba llevar a cabo. Fue en estas sesiones dónde me ayudaron a mejorar mi propuesta enormemente. No solo realicé estudios con los datos que había obtenido en España (como planteé inicialmente en mi solicitud), sino que me animaron a crear mis propios estímulos para poder controlar con mayor precisión las variables a analizar. La estancia desarrollada ha dado un impulso significativo a mi investigación gracias a la posibilidad de reclutar a un gran número de participantes, más de 500, y a las infraestructuras disponibles para poder llevar a cabo estudios con diseño experimental. Poder introducir métodos experimentales en mi trabajo, sin duda, me ha preparado para futuros proyectos tanto a la hora de planificar los recursos necesarios como para anticiparme a posibles problemas durante la recogida de datos. Además de llevar a cabo mi proyecto Fulbright, pude redactar y publicar mi primer artículo e iniciar nuevas colaboraciones. En pocas palabras, la beca Fulbright no solo ha impactado en mi productividad, sino que también me ha ayudado a definir mucho más la dirección de mi investigación.

En definitiva, la vida investigadora en EE. UU. es diferente por la gran variedad de oportunidades que se dan, lo que motiva a los investigadores a liderar sus propios proyectos de forma activa. A esto añadiría que el campus de la Universidad de Chicago es un entorno de ensueño, no solo por todos los servicios disponibles, sino porque literalmente es un campus de película. Lo último que imaginaba antes de conocer el campus era ver tráileres, equipo de grabación y camerinos en la puerta del Departamento de Psicología. Ahora, tras haber visto las cuatro estaciones pasar, no me extraña que sea un espacio de rodaje. En verano puedes comprobar cómo los nuevos y antiguos alumnos se instalan, en otoño los árboles se tiñen de tonos rojos y naranjas, en invierno llegan las luces de Navidad, en primavera las flores aparecen en cada rincón y los estudiantes vuelven a disfrutar de su tiempo libre en las zonas de césped.

Aunque no recordaré esta estancia únicamente por la ciudad y por las oportunidades profesionales. El intercambio cultural ha sido otro factor que ha hecho mi experiencia inolvidable. A día de hoy, valoro enormemente a las personas que formaron parte de mi experiencia y que se convirtieron en mis amigos, desde compañeros de trabajo a otros becarios Fulbright que coincidieron conmigo. Tuve la suerte de convivir con personas americanas que me dieron a conocer las diferentes tradiciones de primera mano como Halloween o el 4 de julio. No solo pude disfrutar de las tradiciones más típicas, sino que formé parte de otro tipo costumbres que nunca imaginé como celebrar Friendsgiving, ver el río teñido de verde en San Patricio o comer s’mores frente a una hoguera. También pude comprobar la gran diferencia entre el Midwest y otras zonas como California o Florida; con pocos días es suficiente para comprobar la gran variedad de estilos de vida que puedes encontrarte dentro del mismo país. Además de descubrir otras culturas y sus perspectivas gracias al entorno multicultural en el que estuve, también me encargué de dar a conocer mi origen. Prueba de ello fueron todas las ocasiones en las que compartí nuestra gastronomía: queso manchego en mi primer picnic, turrón y marineras murcianas en la fiesta de Navidad, … y muuuuuuchas tortillas de patatas.

Justo dos meses han pasado desde que regresé a España y, una vez “readaptada” en mi antigua rutina, puedo decir que esta experiencia ha sido muy positiva en todos los aspectos. Ahora mismo, me encuentro terminando de redactar un artículo sobre los estudios que llevé a cabo en el laboratorio Goldin-Meadow. Esto es un gran reflejo de la oportunidad y el impulso que supone recibir una beca Fulbright en la etapa predoctoral. Ojalá el resumen de mi experiencia pueda servir a futuros becarios y los motive a realizar estancias interdisciplinares.

No quiero terminar sin antes agradecer la gran coordinación entre la Comisión Fulbright y la Fundación Séneca. Gracias de corazón por el apoyo brindado en todo momento.

Irene Bolumar Martínez, beca Fulbright-Fundación Séneca para investigación predoctoral 2023